Los líderes de todos los niveles contribuyen a crear la dinámica general de su empresa. Tu estilo de gestión influye mucho en el rendimiento de los empleados y del negocio. Los mejores líderes actúan de forma consciente y deliberada, y reflejan los valores de la empresa. Si quieres perfeccionar tu estilo de gestión y sacar lo mejor de cada empleado, no te pierdas estas cinco prácticas y las claves para dominarlas.
Lidera con empatía.
Liderar con empatía significa fomentar un entorno de trabajo en el que las personas se sientan a gusto y puedan dar lo mejor de sí mismas. ¿Cómo? Centrándote en las necesidades de los empleados. Si les demuestras que la empresa se preocupa por ellos, tendrán buenos motivos para invertir su tiempo y su energía en ella.
Acepta los cambios.
Los mejores líderes no se quedan de brazos cruzados. Defienden el cambio porque saben que el mundo laboral evoluciona a gran velocidad y transmiten a los empleados sus ganas de innovar y mejorar. Esto es fundamental sobre todo en el ámbito tecnológico. Los líderes que apuestan por las nuevas tecnologías se posicionan a la vanguardia, algo muy importante para atraer y retener a los mejores profesionales.
Haz de mentor.
Cualquier líder sabe que no ocupará su puesto eternamente, por eso debes pensar a largo plazo y formar a alguien que pueda sustituirte. Los grandes líderes se implican en el desarrollo profesional de sus empleados y los ayudan a progresar. De esta forma, queda patente que la empresa y los responsables se preocupan por el futuro de su plantilla. Además, invertir en formación es una manera de evitar que los empleados se marchen y se lleven sus conocimientos con ellos.
Agradece distintos puntos de vista.
El consenso no siempre es sinónimo de armonía. De hecho, la clave del éxito de muchas empresas está en que sus empleados pueden expresarse con libertad. Los grandes líderes no huyen de los desacuerdos, sino que los consideran una oportunidad para mejorar. Cuando los empleados pueden dar su opinión abiertamente, sin temor a represalias y sin sentir vergüenza, los líderes pueden tomar nota de los problemas y atajarlos de raíz.
Fomenta una plantilla multigeneracional.
La mayor parte de la fuerza laboral de hoy pertenece a cuatro generaciones. Por desgracia, los prejuicios y la discriminación por edad siguen siendo una realidad. Todas las generaciones tienen algo valioso que aportar al puesto que sea, y las empresas que sepan aprovechar el gran abanico de aptitudes que ofrece una plantilla diversa podrán llegar muy lejos. No dejes pasar la oportunidad: piensa cómo puedes estructurar los departamentos de forma que haya un equilibrio entre los profesionales con más y menos experiencia, así podrán aprender unos de otros.
Lidera marcando el camino.
Como suele decirse, hay que liderar desde el ejemplo. Los empleados seguirán tus pasos, así que está en tu mano decidir el ejemplo que quieres darles. Esto dependerá mucho de la misión y la filosofía de tu empresa.
Pero recuerda que, si adoptas hábitos constructivos y dejas atrás los que no llevan a ninguna parte, podrás marcar el camino a los empleados.
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