1. Conoce cómo trabajas
¿Eres una persona que deja todo para último momento? ¿Aceptas demasiadas cosas y te cuesta decir que no? ¿Trabajas en un proyecto y avanzas lentamente? Piénsalo por un momento. Conoce cómo trabajas, en términos de tu energía.
Si eres de los que tiene mucha energía, tómate descansos para evitar sentir el agotamiento y no excedas tus límites de energía. Si eres de los que tiene menos energía, establece objetivos mínimos todos los días y asegúrate de no evitarlos.
Si oscilas entre niveles altos y bajos de energía a lo largo del día, descubre cuáles son tus límites máximos y mínimos de energía a medida que van y vienen. Tómate descansos, pero completa rápido las tareas cuando te sientas motivado.
2. Establece límites diarios mínimos y máximos
Si abarcas demasiado y gastas demasiada energía todos los días, encuentra un máximo, establece límites y respétalos. Por ejemplo, establece como objetivo no tener más de cinco reuniones en un día específico y date permiso de tener un día completo sin reuniones por semana. Esto te ayudará a evitar el agotamiento y establecer límites para ti y los demás. También es probable que te haga sentir más feliz y estar más presente en cada reunión.
Si intentas meditar más, por ejemplo, establece metas como meditar al menos una vez a la semana y no más de una vez al día. Si tienes un proyecto laboral que te apasiona y en el que deseas trabajar, deja un día a la semana para trabajar en ello y máximo, dos días. Establecer metas con plazos realistas te ayudará a alcanzar esos objetivos y ponerle límites a tu energía.
3. Toma descansos en base a tus ritmos ultradianos
La “hora productiva” le debe su nombre a los ritmos ultradianos. Estos son los ciclos naturales en los que nuestros cuerpos hacen la transición de estados de energía alta a baja. Estos ciclos van de 90 a 120 minutos, según la persona.
Enfócate en el intervalo con mayor energía de tu “hora productiva”. Durante un período de energía alta, concéntrate solamente en lo que estés trabajando. Evita cambiar de tarea o revisar el teléfono o correos electrónicos mientras tanto. Esta conducta disminuye la energía, así que deberías evitarla mientras realices una tarea o estés en una reunión. Te sorprenderá descubrir cuánto trabajo de calidad puedes hacer en tan poco tiempo.
Tómate un descanso para relajarte y recuperarte Al final del ciclo, tu cuerpo te pedirá que descanses y te recuperes. Es posible que empieces a bostezar, tengas hambre o sed, te cueste concentrarte, sientas ansiedad o necesites salir y tomar un descanso.
Muchas personas avanzan y desestiman el mensaje que les envía el cuerpo (o la mente) para poder terminar su tarea. ¡No lo hagas! Esa no es la forma eficiente de manejar tu energía. Así es como nos agotamos, nos desconectamos, nos cansamos, nos enojamos o producimos trabajo de mala calidad.
En vez de eso, utiliza ese tiempo (alrededor de 20 minutos, pero el tiempo es menos importante que el descanso en sí) entre los ritmos ultradianos para hacer las actividades enumeradas. En unos pocos minutos, puedes desconectarte, recargar energía y volver al trabajo para obtener mejores resultados.
Luego, cuando estés listo para volver, revisa el correo electrónico y todo lo que necesites antes de entrar a la siguiente hora productiva.
Manejar tu energía significa escuchar a tu cuerpo Tu mente, tu cuerpo, tu espíritu y tus emociones son muy inteligentes. Te dirán qué necesitan y cuándo. Depende de ti escucharlos. La meditación es una gran manera de familiarizarnos con lo que nos dice el cuerpo, en caso de que hayas olvidado o te hayas acostumbrado a ignorar sus señales y reprimir emociones. Los diarios de gratitud también son una buena manera de tener una vida más optimista y dejar ir la negatividad.
Durante el día, intenta hacer algunas cosas que te hagan realmente feliz. Por ejemplo, si te dijeran que te queda un año de vida, ¿qué te gustaría hacer con ese tiempo? ¿Qué te inspira? ¿Cómo aprovecharías cada día al máximo? ¿Cómo manejarías tu energía? ¿Tomarías más descansos? ¿Caminarías más? ¿Harías más trabajos que te inspiran, que liberan tu creatividad y hacen que estés más presente?
Estos hábitos pueden darte un impulso para trabajar con energía antes de seguir con tu día, piensa cómo quisieras que te recordaran en tu vida laboral.
¿Preferirías que te recordaran como alguien pesimista, cansado y estresado, que siempre tiene demasiado que hacer como para ir a almorzar o tomar una clase de yoga en la mitad del día? Quizás no. Es probable que quieras que te recuerden como el empleado optimista, feliz y creativo que siempre terminaba las tareas a tiempo y, de algún modo, todavía tenía energía para tener momentos de conciencia presente durante el día.
Pregúntate: ¿qué te detiene y te impide hacer eso o ser de una manera?
Has llegado hasta aquí, lo que es un gran primer paso porque significa que te importa y estás listo para escuchar. Luego, debes conocer los ciclos de energía de tu mente y tu cuerpo. De ahora en adelante, respétalos y descansa cuando notes que tu energía baja. Te lo agradecerás todos los días de ahora en más.
Usamos cookies para analizar el tráfico del sitio web y optimizar tu experiencia en el sitio. Al aceptar nuestro uso de cookies, tus datos se agruparán con los datos de todos los demás usuarios.